jueves, 3 de enero de 2013

El puzzle



Feliz Navidad, próspero Año Nuevo, bla bla bla... todo lo que se dice en estas pasadas fiestas, quedó dicho ya. Tuve abandonado mi blog, pero es que estaba muy ocupada disfrutando de las cosas cotidianas que tan feliz me hacen y que componen mi sencilla y tranquila rutina.

Pero bueno, aquí estoy de nuevo, para los poquitos que me leen, y sobre todo, para mi misma. :)

"La vida  es como un puzzle, hay que tener paciencia para poner cada pieza en su lugar, y no mandarlo todo a la mierda cuando creas que una de ellas no encaja."

Esta frase de mi cosecha, algo zafia, iba a emplearla para hacer un "cartelito", de esos que estan tan de moda hoy por las redes sociales... pero me quedé reflexionando en ella, y se me vinieron a la mente muchas cosas, que considero mejor plasmarlas aquí. :)

Me puse a pensar en la vida, mejor dicho, en MI vida... y en las piezas de este maravilloso puzzle (rompecabezas) que la componen.

Cada persona, cada circunstancia, han ido encajando poco a poco en esta vida mía. A veces me encuentro con una pieza en forma de alguien que aparece en determinada circunstancia, y no sé dónde encaja. Tengo que observar bien el puzzle y a veces he tardado varios días, semanas y hasta meses en descubrirlo... pero las diferentes piezas que se van incorporando a lo largo del tiempo, me hacen ver el sitio que ocupa esa persona que no sabía dónde iba, ni para qué apareció... y entonces lo entiendo todo.

Aquellos a quienes conocí en alguna situación, en algún momento puntual y que cumplieron un propósito concreto, se dividen en gente de colores brillantes que destacan entre todas las piezas y gente que se desvanece en este enorme mosaico que compone mi existencia. Ninguna "pieza" desaparece, ninguna... solo se pierden entre todas al volverse oscuras, y mi felicidad, al ser de colores tan vivos, hace que no destaquen ya en todo el conjunto... pero siempre estarán allí, como parte de un todo, para bien o para mal.

Sé que al final de mis días, contemplaré este puzzle ya casi armado, y las piezas sueltas que no sabía donde encajaban, y dejaba para luego, encontrarán su sitio... porque nada sucede por azar, porque las casualidades no existen, y porque cada persona, animal u objeto tienen una razón de ser, de una manera u otra, y han aportado algo a mi paso por este mundo.

Y tú, que me estas leyendo, también tienes tu sitio. :)