jueves, 23 de mayo de 2013

No news, good news.



¡Ay, mi querido blog, qué abandonadito te tengo!. Pero como dicen los "yanquis", y como reza el título de este post, "No news, good news", (No hay noticias, buenas noticias).

En este lapso de tiempo en el que no he escrito, mi vida ha transcurrido dentro de una pacífica rutina, de la cual me siento muy agradecida.

Muchos dicen que la felicidad no existe, yo en cambio pienso que la felicidad implica distintas cosas para cada persona. Para unos, tener muchos amigos, para otros, tener mucho dinero; para mi es tener tranquilidad.

Y esta tranquilidad de la que ahora presumo no me ha venido gratis, me ha costado (y me sigue costando) mucho trabajo, mucho esfuerzo. Pienso que todo lo bueno en esta vida tiene un precio, que tarde o temprano hay que pagar. Yo he pagado gran parte por adelantado, y lo que me reste, en pequeñas cuotas ;).

La felicidad/tranquilidad hay que ganársela, hay que trabajarla día a día, muchas veces atando bien corto a los demonios de la ira, encerrando a las palabras malsonantes, diciendole "no" a la agresividad y sujetando fuerte al orgullo. Cierto es que alguna vez logran escaparse, y para ello hay que hacer uso de un remedio que para muchos puede resultar amargo: la humildad.

Humildad para saber pedir perdón, humildad para reconocer las faltas, humildad para decir "lo siento"... y ¡cómo cuesta a veces usar ese remedio!, pero hay que hacerlo... porque lo bueno cuesta, y la paz interior que viene luego, bien vale el esfuerzo.

En mi familia tenemos por norma usar de manera habitual tres expresiones: "Por favor", "Gracias", "Lo siento", tres expresiones que son semillas de humildad que sembramos en casa. Podemos tener muchos problemas, diferencias, y algún que otro desencuentro, pero en esos momentos difíciles, las semillas que hemos sembrado dan ese valioso fruto: Paz.  Sembrar para cosechar, esa es la clave.

Por ahora, te dejo, querido blog... procuraré volver lo antes posible, y si no puedo ya sabes: "No news, good news".