martes, 7 de marzo de 2017

El machismo mata



Ayer vi un programa en la tele, que trataba sobre la violencia machista... si si... MACHISTA, no de género, no doméstica... machista pura y dura.

Entre los casos que expusieron, me afectó mucho uno en especial: Una niña de 14 años asesinada por su novio, por aquel que decía que la quería y que no podía vivir sin ella.
Empezó con "detalles" que una mujer suele pasar por alto: "quédate conmigo, no vayas con tus amigos" "¿con quién hablas?" "cuelga el teléfono, que estás conmigo"... luego el no dejarla salir, el "en casa estamos mejor", los celos, el pedirle la contraseña de sus redes sociales y de su móvil... y así sucesivamente... hasta que la niña se sintió asfixiada y decidió terminar con la relación... y él decidió terminar con la vida de ella... una niña, solo tenía 14 años.

Nací en los 60's, época en que el machismo estaba intrínsecamente ligado a la sociedad, el patriarcado era la regla.

Ya en la edad adulta, viví muchas experiencias que hasta entonces consideraba "normales" (otra vez la palabrita). Los celos eran signos de amor, el darle a mi novio explicaciones de dónde estaba y con quién iba eran la prueba de que lo quería, hasta que, por alguna razón llegaba a la conclusión de que aquello no estaba bien,  me sentía asfixiada y buscaba terminar con esa relación tóxica, aún sin saber que lo era. No terminaba la relación por considerarla machista, la terminaba porque simplemente no era feliz.

Luego sufrí desde acoso hasta amenazas, y viendo el programa de ayer me he dado cuenta de lo "afortunada" que fui de que todo aquello no culminara en tragedia... y es que es el colmo que las mujeres nos tengamos que sentir "afortunadas" de que no nos maten, de que nos dejen vivir en paz.

Tuve la inmensa suerte de crecer entre mujeres. Mi abuela, mi madre y mis tías constituían mi hogar, y quizá por eso, porque desde niña viví en un hogar de mujeres fuertes que no necesitaban a ningún  hombre para valerse por sí mismas ni para defenderse, era que no veía normal el que alguien quisiese dominarme  ni subyugarme.  Todo aquello debió influir en mi personalidad "rebelde" (como me llamaban muchos "machitos" de turno).

Sé que ahora se advierte mucho sobre el machismo y sus consecuencias en la televisión, en las redes sociales, en campañas de concienciación, etc. pero desde aquí quiero aportar también mi granito de arena:

Niñas, meteos esto en la cabeza:

- Los celos no son amor.
- El control no es amor.
- El victimismo ("no puedo vivir sin ti") no es amor.
- El acoso no es amor.
- Ni él es tu príncipe, ni tu eres una princesa.
- No necesitas un hombre para estar completa.
- El amor no es posesión... no eres un objeto para que te posean.
- Ningún hombre tiene por qué decirte lo que tienes que hacer,ni con quién hablar.
- "Yo soy tuya y tu eres mío" es solo una frase de película. Nadie es tu dueño, ni tu eres dueña de nadie.
- El amor no es sufrimiento.